miércoles, 18 de enero de 2012

Vaguedades sobre la imaginación


Cuando yo era pequeño volaba, pensaba que volaba, creía que volaba. Recuerdo vivamente que flotaba en cualquier lugar y lo contaba con toda la seriedad de alguien que volaba. En mi memoria está vivo todavía ese recuerdo, creo que es verdad.

Toda mi vida he pensado que todo es un juego, que el mundo es un enorme pedazo de arcilla modificable a mi antojo. Yo soy un Dios en el mundo, uno pequeño, como todos los demás, capaz de crear y destruir. Yo soy un creador que depende del mundo para crear, uno que busca conocer, ordenar, desordenar, entender.

Dependeré del mundo porque soy parte de él, mi ingenio es parte de él, la imaginación no tiene sentido alguno sino tengo referencias que modificar, sino hay nada que transformar. Imaginación como lo hemos discutido en clases se refiere a la magia, a la imagen, al mago, a la apariencia, eso que está fuera que es caótico y modificable, que tiene su propio orden.

La primera actitud de la palabra ante el mundo fue nombrarlo, dice un texto por ahí. Ante esa primera actitud, el hombre marcó su medio para lidiar con lo otro y para entenderse a si mismo. En ese proceso marca su identidad, marca la identidad de lo otro, determina la vida colectiva y su funcionamiento orgánico. En un principio crea los dioses para explicar las fuerzas naturales, los griegos aparte de eso los cargan de pasiones humanas, los vuelven arquetipos regentes del comportamiento de lo humano y lo natural, de ellos nace la ética, la cultura, en síntesis todo termina y comienza contenido por la palabra.

La palabra así como regula, controla y establece, crea, ilusiona y transforma la realidad, se hace de la poesía de la naturaleza una facultad propia. El hombre que llega a esa conciencia está ante "la conciencia clara de la agilidad eterna, del caos infinitamente lleno", de lo irónico como decía Shleguel. Me agrada pensar eso. 

Por lo tanto si bien la imaginación es una cascada desbordada de imágenes que nos puede permitir una asociación irracional de ideas y experiencias (el sueño es un ejemplo de eso), el acto de crear es un acto racional donde la imaginación se hace presente para desarrollar una forma concreta. Esa forma contiene en si misma sus reglas.

Yo no creo en los genios, pues, creo firmemente que todo humano tiene la misma capacidad de aprender que el resto. Creo que algunos han tenido la suerte de aprender mejor que otros, por que son más aplicados, porque educan sus sentidos, han aprendido a ser más libres, pero no dejan de ser humanos y en tanto eso todo pueden llegar a serlo.

Tal vez hoy uno no pueda volar como volaba cuando era niño... tal vez hoy uno vuela, pero de otra forma.


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